Los meses del embarazo son de cambios profundos. El yoga es una de las prácticas más adecuadas para realizar durante esta etapa. Ayuda a que la mujer embarazada se conecte con su nuevo cuerpo gradualmente, aceptando con naturalidad los cambios que se van produciendo a lo largo de los nueve meses.
En las clases se trabaja con posturas y respiración (asanas-pranayamas), fortaleciendo la espalda, flexibilizando la zona pelviana y guiando la mente para conectarnos con la confianza y fuerza interna que necesitaremos en el transcurso del parto, de manera que, cuando llegue el momento, podamos recurrir a diferentes técnicas ya aprendidas e incorporadas, que comienzan a fluir intuitivamente. También se incluye un tiempo para la relajación.
Al final de la clase, abrimos un espacio para el intercambio de vivencias y para la reflexión sobre los cambios que experimenta la mujer embarazada: en su cuerpo, con la alimentación, en su nuevo rol de madre, en su relación de pareja, en su sexualidad, en sus vínculos familiares, en la revisión de los roles femeninos y masculinos y en sus compromisos laborales y sociales. También reflexionamos sobre temas referidos al parto, tales como: la elección del obstetra, el manejo del dolor en el parto, las expectativas, modelos, exigencias, idealizaciones, conducción e intervenciones médicas, sistemas de salud, derechos de los padres y los niños en el nacimiento, atención al recién nacido, preparación para la lactancia.